Hoy me gustaría hablaros de otro
texto que leí en clase de Literatura Universal. En esta ocasión me gustaría
hablaros de unos fragmentos que leí sobre el libro Los viajes de Gulliver escrito por Jonathan Swift.
Este primer fragmento trata de
cuando Gulliver llega a la isla y le ponen una serie de condiciones y leyes
para que se quede a vivir con ellos. Las
leyes están compuestas de normas que sobre todo benefician a los liliputienses,
que así es como se llama a la gente que vive en esa isla. En ellas Gulliver
trabaja para ellos cogiendo cosas pesadas o ayudando en las construcciones. Por
la forma en que están escritas y ordenadas las leyes lo asociamos a un texto
expositivo judicial.
Este fragmento comienza con la
aparición del emperador, quien es un hombre muy egocéntrico y al que la gente
trata como si fuese un Dios, mejor que todos ellos. Se puede ver que eso es
ridículo ya que el emperador se cree el más grande y el mejor cuando comparados
con el universo son diminutos. Esta manera en que tratan al emperador lo
podemos asociar a otros textos que ya hemos leído en clase llamados Canto a Innana y El himno al Sol.
El segundo fragmento trata de unos caballos
que nos cuentan como los tratan los humanos, que no ven lo importante que son y
no los saben valorar, en resumen, que no los tratan bien. Los comparan con otra especie que utilizan ellos que dicen que son mejores y mas fuertes que los caballos. Este fragmento lo podemos asociar a otros dos
textos que nos dijo nuestra profesora que leyéramos llamados: Una vaca vieja,
escrito por Huang Chien Chu, y Poema de los dos pájaros, escrito por Tagore.
Ahora para terminar me gustaría dejaros
una pequeña biografía sobre Jonathan Swift y un fragmento de Los viajes de Gulliver:
Jonathan Swift nació en
Dublín el 30 de noviembre de 1667 y el 19 de octubre
de 1745 falleció a los 78 años. Fue
un escritor satírico irlandés. Su obra principal es Los
viajes de Gulliver, que constituye una de las críticas más amargas, y
a la vez satíricas, que se han escrito contra la sociedad y la condición
humana. Es una obra que transciende su historia de aventuras para mostrar con
sarcasmo la realidad social y política que le circundaba.
“La Batalla De Los Libros” (1697)
fue su debut como prosista. El libro atacaba la pretenciosidad en la literatura
moderna.
“Cuando hube colocado bien mis
ganchos, empecé a tirar, pero inútilmente, porque todas las embarcaciones
estaban ancladas. Corté rápidamente sus cables con un cuchillo y con la mayor
facilidad me llevé tras de mí los principales cincuenta navíos.
Los Blefuscuitas, que no tenían
la menor idea de mi propósito, quedaron sorprendidos. Ellos vieron que corté
los cables y discurrieron que mi intención era abandonarlos al viento y marea
para que chocasen unos contra otros. Pero cuando vieron que arrastraba toda la
flota de una vez, prorrumpieron en clamores de rabia y desesperación”
“Mi querido amiguito Grildug, habéis hecho una perfecta relación de vuestro
país. Habéis probado que la ignorancia, la pereza y el vicio pueden ser alguna
vez las únicas casualidades de los hombres de estado. Adivino que entre
vosotros existe una constitución de gobierno que en su origen pudo ser
tolerable, y hoy se encuentra degenerada por el vicio. Parece que allí los
hombres no se distinguen por la nobleza de su espíritu. Que los sacerdotes no
son ascendidos por su piedad. Que los soldados no lo son tampoco por su
valentía. Ni los jueces por su integridad. Creo, por lo que a vos concierne,
que habiendo pasado la mayoría de vuestra vida viajando, no estaréis infectados
de los vicios del país. Según lo que me habeis relatado, juzgo que el mayor
número de vuestros compatriotas forman una raza de insectos. La más perniciosa
que jamás creó la naturaleza.”
“Durante dos años que residí en aquel país mantuve largas conversaciones con mi
amo. Aprendí muchas cosas de estos bondadosos seres. Ellos son un gran pueblo,
lleno de cualidades de las que en Europa no tenemos ni idea. Los Houyhnhnms se
aman fraternalmente entre sí. Se ayudan, se alivian y se sostienen
recíprocamente. No conciben celos ni envidias de las fortunas de sus vecinos.
Ninguno conspiraba contra la vida y la libertad de otro. Ellos serían infelices
si cualquiera de su especie lo fuese.”